viernes, 29 de abril de 2022

Madaba y Monte Nebo

He subido a la cima de algunas montañas durante mi vida. De hecho es una de las cosas que más me apasiona. Pero hay montes que te dejan huella y no por su altitud, ni si quiera por la dificultad en llegar a la cima, sino por el significado que tienen en el mundo y el recuerdo que te dejan en la mente.

El Monte Nebo, en Jordania, es uno de esos lugares. Llegas a su cima en coche, aparcas y encuentras un centro de visitantes. Con el paso del tiempo lo han habilitado mucho mejor y ahora veo cómo lo que era una Haima de lana se ha convertido en un edificio de recepción e información.

Te aproximas a la famosa escultura que representa el bastón / serpiente de Moisés y si sabes un poco de historia de la religiones, te viene inmediatamente a la mente la historia de la búsqueda de la Tierra Prometida.



Entonces miras al horizonte y bajo la calima vislumbras el Mar Muerto y Palestina esa tierra sagrada que comporta tanta polémica.

Cuando llegué al Monte Nebo, no había visitado aún Palestina y no conocía los lugares que están escritos en un mapa que hay en la cima, que te indica que es lo que estás viendo. Años después en mi viaje a Palestina pisé todos aquellos lugares y ahora cuando veo las fotos me tiembla el corazón.

La sensación de estar allí arriba es indescriptible para mí, solo puedo deciros que no debéis perderos una visita a ese lugar, y por supuesto a Madaba y sus iglesias con antiguos mosaicos y representaciones de San Jorge.

Madaba


Amman y alrededores

Amman, la capital del país hachemita ha evolucionado con el tiempo, obviamente como la mayoría de ciudades. Entre mis viajes a Jordania pasaron algunos años y pude ver el cambio que experimentó la ciudad entre ellos. También es cierto que, si charlas un rato con la gente local y les escuchas, ves que como pasa en otros países las inversiones se centran en ciertas zonas y olvidando a otras.

Por otra parte, como suele ocurrir, las zonas céntricas o más turísticas se llevan la mayoría de inversiones y los barrios más deprimidos siguen sobreviviendo como pueden. Algunos de los barrios tienen el nombre de la colina en la que se encuentran. La organización de la ciudad es bastante curiosa, si tienes tiempo vale la pena alejarte un poco del centro e investigar otros barrios.

Visitar los mercados, como en la mayoría de ciudades árabes es una actividad imprescindible. Así como probar la comida típica, muchas veces para llevar que puedes comprar en puestos ambulantes. Sentarse al atardecer en el anfiteatro romano, o disfrutar de las vistas de la ciudad desde la antigua ciudadela, son cosas que no te puedes perder en esta ciudad.

El tráfico es bastante loco, pero no tan desorganizado como en otras ciudades árabes. El transporte público no está mal, aunque, si eres mujer puedes vivir alguna que otra experiencia "extraña" como que te hagan cambiarte de sitio para que un "señoro" no se siente a tu lado. Lo digo así con un poco de humor, porque a quienes vivimos en Europa nos puede parecer algo escandaloso, pero allí es bastante normal y es una cuestión de protección de la mujer. Es decir, el conductor del autobús prefiere que te desplaces para evitar que un hombre pueda acosarte en el autobús. Así que no te lo tomes muy mal y sigue disfrutando del viaje.

Vistas de Amman desde la ciudadela

Teatro Romano de Amman

Enumerar los imprescindibles en Amman sería un sacrilegio, porque todo en esa ciudad lo es. Pero por resumir, no te puedes perder la ciudadela y el anfiteatro, las mezquitas y pasear por los zocos.

Ajlun


Jerash

Jerash

Por otra parte cerca de la ciudad, en transporte público, taxi o tu propio coche puedes visitar el castillo de Ajlun o la majestuosa Jerash. Para eso puedes ocupar una mañana o un día, depende de lo que te encanten las ruinas y el tiempo que quieras dedicarle a hacer fotos, videos o simplemente pasear por las antiguas civilizaciones.


Recomendaciones

- Ropa y calzado cómodo para patear la ciudad a tope.

- En verano las temperaturas son muy elevadas, evita las horas de más calor. Usa sombrero o pañuelo.

- Mujeres, recordad para visitar las mezquitas y lugares islámicos debéis vestir "recatadamente", cuerpo y cabeza cubierta. Así que llevad siempre un pañuelo con vosotras, aunque en algunos lugares te prestan uno.

- Como en todas las mezquitas debes descalzarte y respetar las normas como en cualquier lugar sagrado.

- Compartir la mesa es una bonita costumbre musulmana. Si te apetece integrarte i disfrutar más de la verdadera ciudad... ya sabes.



Wadi Rum - El desierto rojo


Pensar en el desierto me evoca a momentos inolvidables. Cada desierto que he visitado ha sido único, completamente diferente al resto. Pero el primero, siempre te deja una huella especial. La arena roja de Wadi Rum penetró en cada poro de mi piel y de mi alma. Tengo grabadas en la retina las instantáneas de aquella luz especial que dibujaba siluetas de montañas, arbustos e incluso de algún árbol. 

Porque este no es un desierto de dunas de arena interminable, sino que sobre él destacan montes y rocas de arenisca que se ha ido formando a lo largo de diferentes periodos y que no puedes dejar de admirar. La erosión del viento y el agua ha construido corredores y cañones inigualables que son los que forman hoy Wadi Rum, que se encuentra unos 1.000 metros por encima del nivel del mar y algunas de las montañas alcanzan los 1.700 metros. Por eso la temperatura es más baja que en otros desiertos. Pero no os engañéis, si vais en verano las horas de más sol son bastante duras. Así que os recomiendo llevar ropa ligera pero que os tape la pie, además de crema con factor de protección alto, gafas de sol y algo que tape vuestras cabecitas durante el recorrido por esta maravilla del mundo.


El ecosistema es delicado y está protegido por la autoridad de la zona, de forma que puedan vivir de él los beduinos y el turismo de la zona pero de manera sostenible.



Se pueden encontrar pequeños oasis con manantiales de agua, ya que algunas de las montañas almacenan agua de lluvia. Allí crecen palmeras, higueras, y varias especies más de las que se alimenta la fauna de la zona.

En estos parajes hay bastantes hallazgos arqueológicos de épocas antiguas, que sugieren que fue una zona bastante poblada en algunos momentos de la historia. Asentamientos humanos desde el paleolítico hasta la época bizantina e islámica.

Los beduinos que han habitado la región desde hace siglos, han ido adaptando su vida a este medio. Criaban camellos, cabras y ovejas y vivían en tiendas o carpas de lana tejida por las mujeres beduinas. 

Hoy en día la ciudad de Disi es un gran asentamiento con desarrollo agrícola. También viven en el pueblo de Rum. Muchos siguen siendo pastores y otros se han pasado al turismo. Ellos son los mejores guías que una puede tener cuando viaja a Wadi Rum. 

En nuestro viaje, contratamos un tour en 4x4 que nos  mostró todas estas maravillas, luego nos llevaron a un campamento con todos los servicios y nos sirvieron una cena típica beduina, música en directo y el espectáculo nocturno del cielo estrellado. Además un amanecer inolvidable sobre las dunas. Os dejo el enlace aquí: Bedouin Lifestyle Camp

               

Durante el tour, no puede faltar la mención a Lawrence de Arabia, el oficial y escritor británico que hizo famoso este desierto en los países occidentales. Se visitan algunas ruinas como el "castillo de Lawrence" que resulta ser una ruina otomana. Pero gracias a este señor algunos de estos sitios se han convertido en parte de la historia.

Además del paseo en todoterreno, se pueden contratar otro tipo de excursiones. Ya sabéis que a mi lo de montar a camello ya no me parece tan buena idea, pero también se pueden hacer rutas de senderismo.

La excursión de un día al Jabal Rum por la ruta beduina o subir a la cumbre de Jabal Umm Ad-Dami con vistas sobre Arabia Saudí. Visitar los talleres de las mujeres de la localidad, incluso un vuelo en globo, son actividades que se pueden realizar en este maravilloso lugar.


Dentro del área protegida se necesita un guía beduino registrado, aunque en el resto de zonas también se recomienda ir con guía. El tema de las licencias está bastante controlado y se debe respetar. 

Se puede llegar en coche hasta el pueblo de Rum, por la autopista principal entre Amman y Aqaba. En autobús o taxi desde Aqaba y Petra.

RECOMENDACIONES

- Ropa ligera que te tape la piel del implacable sol y evite que se te cuele la arena con el viento.

- Sombrero, gorra o pañuelo que te tapen la cabeza y también en un momento dado la boca y nariz por si vienen ventiscas.

- Gafas de sol para proteger los ojos del viento y la luz cegadora durante algunas horas del día.

- Calzado cómodo. Teniendo en cuenta que vas a caminar por la arena y acabarás con los pies naranjas sea como sea.

- Crema solar con factor de protección alto.

- Agua y comida.

- Cámara de fotos, obviamente imprescindible. Ojo que la arena se cuela por todas partes.

- Por la noche bajan las temperaturas bastante, incluso en verano. Llevad alguna ropa de abrigo, en los campamentos suelen tener mantas, pero si cenas fuera y quieres ver las estrellas una chaquetita no te sobrará.

- Mente abierta, estás en el desierto, es posible que los baños (si los hay) no tengan agua corriente. Vas a pasar una o dos noches allí, puedes asearte en profundidad cuando acabes la aventura.

lunes, 25 de abril de 2022

Mar Muerto

Cuando volví de mi primer viaje a Jordania y me preguntaron que es lo que más te ha gustado, mi respuesta estaba clara: bañarme en el Mar Muerto. Puede parecer una tontería, pero fue una experiencia inigualable. 

Lo más impactante, a parte de flotar sin dificultad, era cerrar los ojos y ser consciente del lugar en el que me encontraba. Un lugar histórico, del que he oído hablar a lo largo de mi vida. A un lado la orilla jordana, al otro la palestina (de la cual os hablaré en otro post). 

Este mar es en realidad un lago salado (super salado), sus orillas están a unos 400 metros por debajo del nivel del mar y dicen que sus barros son ricos en minerales y tienen propiedades terapéuticas. La verdad es que no sé si esto último es cierto, pero ya os digo que el hecho de estar allí y realizar el ritual de "embadurnamiento" con tus compañeros de viaje es ya un momento terapéutico por las risas que te echas y los buenos recuerdos que te llevas. Esos barros negros, tienen un aspecto bastante "feo" parecido al petróleo y un olor desagradable, pero una va allí y no puede dejar de probar el experimento. 


Esta experiencia se puede disfrutar de varias maneras, nosotros  fuimos a una playa pública que tenía acceso pagando 10 euros y disponía de duchas, piscinas y zona de bar. Se agradece sobre todo el tema de las duchas, porque el agua salada pica bastante si tienes alguna heridita en el cuerpo.


Normas de baño

Al llegar encuentras un gran cartel con las recomendaciones a seguir, por supuesto no debes sumergir la cabeza ni siquiera con los ojos cerrados, ya que al abrirlos una sola gotita pica lo que no os podéis llegar a imaginar. Lo mejor es nadar de espaldas y vigilando no salpicarse, en serio. También debéis tener cuidado con la corriente, porque una está allí flotando y se deja llevar y cuando quieres volver a la orilla nadando de espaldas (porque de otra forma es bastante difícil) notas que cuesta volver.

La otra opción es ir a un hotel o recinto con acceso privado al mar muerto, la entrada será más cara y no tiene la misma gracia que bañarte al modo local, para mi punto de vista, pero ya sabéis, sobre gustos....

Jordania No es todo Rania

La imagen general sobre la vida en Jordania dista bastante de la realidad. Me refiero a que, cuando hablamos de viajar a países árabes hay muchas personas que tienen reticencias, pero con algunas excepciones. Cuando les hablas de viajar a Jordania ya no les parece un país tan "complicado", creen que es más "occidentalizado" o "europeo". Este pequeño país en medio de una zona muy conflictiva, se mantiene en una calma aparente y parece que es un lugar seguro para viajar y eso no lo pongo en duda. Pero cuando viajamos, debemos ser conscientes de las realidades del lugar al que vamos y fijarnos un poco en el día a día de las personas, en qué nivel de derechos y libertades tienen y cómo de fácil o difícil es su vida.




Para mí, viajar no es sólo ir a hacer turismo, sino que es conocer el lugar, la historia, las costumbres y sobre todo a las personas que lo habitan. Por eso, he decidido compartir y escribir un poquito diferente sobre esta maravilla de país.


Mi segundo viaje a Jordania fue para conocer una asociación que trabaja por los derechos de la mujer en el mundo árabe y en concreto las mujeres jordanas y las refugiadas que viven allí. Jordania es uno de los países con mayor número de personas refugiadas desde hace muchos años. Allí podéis encontrar palestinos refugiados desde 1948, y sirios de las últimas guerras. Las personas refugiadas tienen un documento de viaje jordano, pero los derechos a trabajar y conseguir una vivienda no son los mismos que para los nacionales. Las mujeres además sufren otro tipo de victimización, y los matrimonios precoces son uno de los mayores problemas en la actualidad.
 AWO (Arab Woman Organization) trabaja por mejorar los derechos de todas las mujeres tanto nacionales como refugiadas. Es muy interesante ver el trabajo que hacen allí, tuve el privilegio de acudir a un workshop y escuchar a aquellas mujeres y sentir su energía y su lucha.
Workshop AWO

Compartir el tiempo con Layla Naffa, fue una de las mejores cosas que hicimos en Jordania. He tenido la suerte de poder reencontrarme con ella después en Barcelona. Es una feminista, fuerte y valiente, que lleva toda la vida luchando por los derechos de las mujeres. Hablar un rato con ella y sus compañeras es cambiar tu perspectiva del feminismo y tu idea de qué derechos son los que realmente quieren las mujeres en aquel país. 

Ellas son la verdadera voz de la experiencia y nadie mejor que ellas para saber qué quieren y qué necesitan. 

Jordania es un país muy bonito, es un viaje que una no se puede perder en la vida, pero se debe ser consciente y conocer un poco el lugar a donde vamos a viajar. Allí en aquel país que a todas nos suena como muy moderno, en el que su reina Rania, no lleva velo y es muy “occidental”, todavía luchan las mujeres porque en su Constitución exista un articulo que prohíba la discriminación por razón de sexo. Luchan porque sus hijos no pierdan la nacionalidad si su padre no es jordano y por muchos derechos fundamentales que nosotras las europeas tenemos como lo más normal y básico. Así que si viajáis a Jordania y os pica la curiosidad sobre los derechos de la mujer, no os preguntéis porqué lleva o no lleva velo, profundizad un poco más y encontraréis una mujer que lucha y que tiene mucho camino por andar. Por otra parte, no os sorprendáis si en un autobús os hacen cambiaros de sitio para que un señor no se siente a vuestro lado, son cositas a las que no estamos acostumbradas y que entran dentro de su normalidad.

La primera vez que viajé allí, iba acompañada de amigos locales que nos llevaron en su coche y nos hicieron facilísimo el viaje. La segunda vez, viajé desde Palestina, atravesando el puente de Allenby (o del Rey Hussein) que conecta Jericó con Jordania y es el lugar por el que atraviesan los palestinos para visitar el país o para poder volar a otros países con su documento de viaje jordano. Si os interesa saber más sobre la vida en Palestina podéis leer mis aventuras allí clicando aquí, o buscando el apartado Palestina en la página principal.

Los pocos kilómetros se hicieron muy largos. Estuvimos horas atrapados en un Check-point, donde nos registraron las maletas minuciosamente y nos interrogaron en varios idiomas.

Además del rato que estuvimos de pie con las mochilas colgadas a la espalda, apretujados entre cientos de palestinos, bastante mal tratados por las autoridades israelíes que controlan la frontera, hicimos un trayecto en bus en el que nos perdieron las mochilas. Poca gente se prestó a ayudarnos, hasta que finalmente un conductor palestino nos llevó al lugar donde habían quedado abandonadas las mochilas. Todo esto, lo puedes evitar, utilizando el paso de los israelíes, que es el que normalmente usan los turistas en sus viajes combinados, o usando un taxi israelí para cruzar la frontera. Nosotros, llevábamos un mes en Palestina y habíamos ido allí a conocer su realidad, así que cogimos un taxi palestino en Jericó que nos llevó hasta donde tienen permitido acceder y allí empezó la odisea. La entrada a Jordania fue fácil (llevábamos el visado que habíamos gestionado en Palestina) nos pusieron un sello y nos dieron la bienvenida. Allí cogimos un taxi que nos llevó a la capital.

Sinceramente, teniendo la posibilidad de llegar a Jordania en avión, no recomiendo este paso de Allenby, ya que pierdes mucho tiempo y dinero, además de disminuir tu buen humor... Pero a nosotros la experiencia nos sirvió de mucho.


En aquella visita al país y acompañados por Layla, pudimos conocer varios centros en los que trabajan con mujeres y niños refugiados. Pudimos escuchar a las mujeres que buscan una oportunidad de salir adelante y ver como trabajan con los niños en algunos de los centros. Pasamos unos ratos muy emotivos y aprendimos mucho. Nos abrieron las puertas de sus casas y sus corazones y siempre nos recibieron con una sonrisa. Fue una experiencia única y totalmente recomendable si tu idea de viajar es diferente a la de hacer turismo. 




sábado, 23 de abril de 2022

AQABA - Mar rojo

El mayor atractivo de esta ciudad es el Mar Rojo. Si te gusta bucear o hacer esnórquel, este es el lugar más adecuado. Desde mi punto de vista, la ciudad no tiene mucho más encanto y la encontré especialmente calurosa en verano. Pero puede servirte para hacer un "descanso" entre tanta maravilla arqueológica e histórica que tiene Jordania.


Qué ver en Aqaba:

  • Sus playas
  • Sus mercados
  • La Marina
  • El museo arqueológico
  • El castillo de Aqaba
  • El acuario o el parque acuático si es que te gustan esos sitios

PETRA - Maravilla del mundo

PETRA - Maravilla del mundo - El tesoro escondido

Petra fue la capital de la antigua civilización Nabatea, originaria de la Península de Arabia. La ciudad está construida entre los cañones situados al suroeste del país, tiene una extensión de más de 260 kilómetros cuadrados y sólo está excavado un 15% del sitio aproximadamente. 


Lo más famoso del lugar es el camino entre cañones llamado "Siq" que termina en el "Tesoro", que parece que en realidad era una tumba de algún rey o reina.


Caminar entre los cañones, sabiendo lo que te vas a encontrar (porque lo has visto en fotos) es emocionante, pero es que llegar al final del camino y levantar la vista para descubrir el imponente Al-Khazneh o Tesoro, con sus 30 metros de ancho por 43 de alto, eso te quita la respiración y te hace transportarte a otra época y olvidar que estás rodeado de turistas haciéndose fotos y selfies.


Al-Khazneh (el Tesoro)

Pero no puedes quedarte con eso y creer que has visitado Petra. Hazte las fotos que te apetezcan y sigue caminando, descubrirás las construcciones en la roca, los caminos entre cañones, las ruinas de una antigua civilización que emergió entre los siglos II i IV a.C. y que obtuvo influencias de otras culturas gracias al comercio. Los romanos también dejaron su huella allí, como no. La ciudad fue abandonada en el siglo VIII d.C. y fue redescubierta en el siglo XIX. Cualquier foto que yo pueda enseñarte no hace honor a la grandiosidad del lugar. Pero te dejo unas cuantas para ir abriendo boca.







PETRA BY NIGHT


Ya que estás no te pierdas la visita nocturna, con iluminación y un poco de música en directo, el lugar tiene otra magia. 

Algunos de los lugares que vas a encontrar en este grandioso sitio arqueológico, son:
  • Tumba del Obelisco
  • La presa
  • Túnel de Al-Muthlim
  • Al-Madras
  • As-Siq
  • Al-Khazneh
  • As-siq exterior
  • Calle de las fachadas
  • El teatro
  • Tumba de la urna
  • Tumba de la seda
  • Tumba Corintia
  • Tumba del Palacio
  • Tumba de Sextius Florentinus
  • Mughar en-Nasara
  • Tumba Turmaniyya
  • Nifeo
  • La calle columnada
  • Templo de los Leones Alados
  • La puerta del Temenos
  • Qasr al Bint
  • El columbarium
  • Fortaleza al Habis
  • Umm al Biyara
  • Triclinium
  • Tumba de soldado romano
  • Complejo del templo del jardín
  • Monumento al león
  • Lugar algo para el sacrificio
  • Los dos obeliscos
  • Triclinium del leon
  • Ad-Deir
  • Centro de visitantes, baños y restaurante

Recomendaciones para visitar Petra (sobretodo en verano):

- Dormir en un hotel a los alrededores y madrugar, Petra se encuentra a unas 3 horas en coche de Amman.
- Empezar la visita en cuanto abra el lugar, antes de que el calor empiece a apretar.
- Lo primero que encontrarás será el Tesoro, haz algunas fotos pero no te quedes ahí todo el tiempo, si avanzas podrás visitar el resto del sitio arqueológico sin tanta gente y a la vuelta puedes volver a parar en el Tesoro.
- Lleva ropa fresca, calzado cómodo y pañuelo o gorro para tapar la cabeza. La crema del sol y el agua es imprescindible.
- Cuando el calor empiece a apretar, retírate a tu hotel, descansa y vuelve de noche para ver el espectáculo de luces y musical. 
- Quizás te ofrezcan un paseo en burro, personalmente no me gusta el uso de animales para estas cosas, así que prefiero usar mis piernas, además no creo que sea muy cómodo subir y bajar por algunas zonas subidos en esos pobres animales. 
- Compra algún souvenir, hay gente allí que vive solo de eso. Puedes y debes regatear pero sé consciente de lo que estás pagando al cambio, seguro que a ti te resulta algo ínfimo y para la persona puede significar la comida del día.