Porque este no es un desierto de dunas de arena interminable, sino que sobre él destacan montes y rocas de arenisca que se ha ido formando a lo largo de diferentes periodos y que no puedes dejar de admirar. La erosión del viento y el agua ha construido corredores y cañones inigualables que son los que forman hoy Wadi Rum, que se encuentra unos 1.000 metros por encima del nivel del mar y algunas de las montañas alcanzan los 1.700 metros. Por eso la temperatura es más baja que en otros desiertos. Pero no os engañéis, si vais en verano las horas de más sol son bastante duras. Así que os recomiendo llevar ropa ligera pero que os tape la pie, además de crema con factor de protección alto, gafas de sol y algo que tape vuestras cabecitas durante el recorrido por esta maravilla del mundo.
Los beduinos que han habitado la región desde hace siglos, han ido adaptando su vida a este medio. Criaban camellos, cabras y ovejas y vivían en tiendas o carpas de lana tejida por las mujeres beduinas.
Hoy en día la ciudad de Disi es un gran asentamiento con desarrollo agrícola. También viven en el pueblo de Rum. Muchos siguen siendo pastores y otros se han pasado al turismo. Ellos son los mejores guías que una puede tener cuando viaja a Wadi Rum.
Durante el tour, no puede faltar la mención a Lawrence de Arabia, el oficial y escritor británico que hizo famoso este desierto en los países occidentales. Se visitan algunas ruinas como el "castillo de Lawrence" que resulta ser una ruina otomana. Pero gracias a este señor algunos de estos sitios se han convertido en parte de la historia.
Además del paseo en todoterreno, se pueden contratar otro tipo de excursiones. Ya sabéis que a mi lo de montar a camello ya no me parece tan buena idea, pero también se pueden hacer rutas de senderismo.
La excursión de un día al Jabal Rum por la ruta beduina o subir a la cumbre de Jabal Umm Ad-Dami con vistas sobre Arabia Saudí. Visitar los talleres de las mujeres de la localidad, incluso un vuelo en globo, son actividades que se pueden realizar en este maravilloso lugar.
Dentro del área protegida se necesita un guía beduino registrado, aunque en el resto de zonas también se recomienda ir con guía. El tema de las licencias está bastante controlado y se debe respetar.
Se puede llegar en coche hasta el pueblo de Rum, por la autopista principal entre Amman y Aqaba. En autobús o taxi desde Aqaba y Petra.
RECOMENDACIONES
- Ropa ligera que te tape la piel del implacable sol y evite que se te cuele la arena con el viento.
- Sombrero, gorra o pañuelo que te tapen la cabeza y también en un momento dado la boca y nariz por si vienen ventiscas.
- Gafas de sol para proteger los ojos del viento y la luz cegadora durante algunas horas del día.
- Calzado cómodo. Teniendo en cuenta que vas a caminar por la arena y acabarás con los pies naranjas sea como sea.
- Crema solar con factor de protección alto.
- Agua y comida.
- Cámara de fotos, obviamente imprescindible. Ojo que la arena se cuela por todas partes.
- Por la noche bajan las temperaturas bastante, incluso en verano. Llevad alguna ropa de abrigo, en los campamentos suelen tener mantas, pero si cenas fuera y quieres ver las estrellas una chaquetita no te sobrará.
- Mente abierta, estás en el desierto, es posible que los baños (si los hay) no tengan agua corriente. Vas a pasar una o dos noches allí, puedes asearte en profundidad cuando acabes la aventura.
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